Buenas tardes,
Como bien se explica en la lección, creo que decidir implantar sujeción a una persona debería ser la excepción y no la norma en los centros de mayores. Por suerte, a día de hoy cada vez son más los Centros Libres de Sujeciones, que permiten el movimiento libre de los usuarios. De todas formas, no creo que esto sea aplicable al 100% de los casos (aunque al 98%, sí). Y es que hay situaciones que limitar o, directamente, restringir el movimiento es primordial para la salud de la propia persona y del resto que conviven con ella.
Así, por ejemplo, si una persona lleva medicación intravenosa, por gotero, pero se muestra muy nerviosa y se lo intenta quitar y estirar continuamente, por su propia salud habrá que contenerle las manos. Por otro lado, si un residente se muestra muy agresivo y agrede al resto de sus compañeros, dificultando así la buena convivencia, necesitará algún tipo de fármaco que regule su comportamiento y, por tanto, se le aplicará una sujeción química.
Habrá que analizar cada caso de forma individual y habrá que evitar generalizar. Solo así podrá realizarse una adecuada intervención.
¿Cómo lo veis?
Un saludo,
Sandra Ferreres Monllau