Nosotros planificamos las sesiones con antelación. El material del que no disponemos pero necesitamos porque la planificación así lo exige, lo elaboramos con tiempo de antelación (más o menos cuando se planifica). Hay momentos en los que también nos dejamos llevar por la improvisación, bien porque surge un tema de conversación interesante, porque el estado de ánimo o fatiga de los participantes requiere de algo diferente y más dinámico que lo planificado, o también cuando durante la jornada anterior hemos visto que hay que hacer más incapié en algún tipo de tarea que no se contempla. Planificación, sí. Inflexibilidad, no.
