En relación a las dos prácticas potenciadores:
– Celebración: cuando a una persona le cuesta participar en “X” taller porque no se siente capaz, y gracias al apoyo continuado y positividad lo hace, es motivo de celebración para que se sienta tenido en cuenta y que pertenece.
– Empoderamiento: ante una situación compleja para la persona mayor, como por ejemplo la dificultad en el área motriz, animar a la persona a que con pequeños intentos diarios, y con motivación lo logrará.
En general, los potenciadores van ligados unos con otros; non hay ninguno que no esté influenciado con otro, se establecen sinergias entre los potenciadores.
Sobre las prácticas detractoras:
– Evitación o abandono: cuando una persona insiste en la necesidad de realizar una acción, como por ejemplo ir al baño, cuando se repite en muchas ocasiones en un período corto de tiempo, se tiende a evitar a la persona lo que genera sensación de abandono y dejar de pertenecer. A lo que tendríamos que dedicar tiempo y explicar a la persona lo que puede estar sintiendo.
– Imposición: en algunas ocasiones, con el fin de que se adapte al centro, se le obliga a participar en las actividades desde el primer momento, sin tener en cuenta que dentro del proceso de adaptación está el que la persona se una cuando quiera, cuando se vea preparado/a.
