Hemos visto que es crucial la libertad de movimiento para el ser humano durante toda su existencia y no hemos de reducirla cuando llegan al centro residencial. Pienso que es una cuestión de información y formación, creo que si los profesionales y los familiares conocieran bien los beneficios y las consecuencias de las sujeciones estarían dispuestos a participare en ese cambio. Es mucho trabajo, pero hemos visto que hay residencias que ya lo llevan a cabo, por tanto poco a poco y con ayuda de profesionales se puede conseguir y proporcionar a los residentes la dignidad y la libertad que se merecen. El primer paso es querer y que toda la organización del centro esté dispuesta a invertir y trabajar para conseguirlo, pues los resultados merecen la pena.
