Es sumamente importante planificar, ya que debemos ir preparados con lo que vamos a ofrecer y los objetivos que queremos lograr con los participantes. El adulto mayor se merece un respeto y no es llegar a dar la actividad por darla y dejarlo así, al contrario debemos demostrarle tanto al adulto mayor como al resto del personal que sabemos lo que estamos brindando y que tiene un propósito. Claro está que los participantes pueden tener un cambio de ánimo en alguna actividad y la que teníamos planificada no va a funcionar, en ese momento podemos improvisar, pero no debe ser la norma.
