#5185
Ana del Rio Rueda
Participante

Yo siempre he pensado que si quieres hacer algo bien tienes que saber qué quieres hacer y cómo quieres hacerlo, por eso me planifico las terapias diariamente. Obviamente siempre ha margen para cambiar las cosas cuando no funcionan. La improvisación, aunque a veces pueda salir bien, es fácil que sea percibida por los usuarios como actividades sin objetivo, que tú se las pones porque sí, sin que sean relevantes.
En nuestro centro de mayores llevamos bastante tiempo introduciendo actividades con metodología Montessori, bien sea comprando el material o fabricándolo y, gracias a que hemos podido recopilar bastantes actividades diferentes, yo me planifico las sesiones teniendo en cuenta un objetivo principal, como pueda ser el de asociación, reconocimiento de números o simplemente buscando trabajar la motricidad fina sin requerir mucha carga cognitiva.
De este modo, recopilé una lista de actividades que trabajan cada uno de esos objetivo con un registro de los días que las han realizado cada uno de los usuarios. Esto permite que las auxiliares que vengan a apoyarme a la sala (porque estoy a la vez con 10-15 mayores) sepan las actividades que pueden facilitarles según mi programación y evita que los mayores repitan todos los días las mismas actividades ya que, en mi caso, algunos de ellos son los que demandan variedad de propuestas y rechazan hacer cosas ya conocidas (están en un FAST 1-4).
Esto es un motivo más para apoyar la planificación de los talleres Montessori, porque en salas con tantas personas, no hay tiempo para la improvisación.