Yo creo que sí es posible implantar la libertad de movimiento, el problema es que no todos saben las formas alternativas para el manejo de los problemas psicológicos y conductuales de las demencias y menos aún los efectos contraproducentes que se pueden derivar del uso de sujeciones mecánicas y químicas en muchos casos. Por otro lado, creo que estas prácticas “florecieron” porque podían resultar “más sencillas” o más bien diría más cómodas para los cuidadores y trabajadores, pero claro a costa de la dignidad de la persona. Sin embargo, pongo entre comillas la frase “más sencillas” por el hecho precisamente del efecto paradójico que se puede tener pues al querer detener una conducta aberrante, con esas prácticas se puede tener el efecto contrario. No cabe duda que es necesario formar al personal en este tema tan importante que es la libertad de movimiento.
