Prácticas potenciadoras:
Respetar su ritmo: dándole el tiempo que necesite al realizar una actividad o llevar a cabo algo, puesto que cada persona necesita un tiempo diferente y hay que proporcionárselo sin presiones.
Validación: respetar y dar la importancia que tiene para esa persona un sentimiento o pensamiento sobre algo, puesto que es su realidad y cómo lo está viviendo ella por lo que hay que darle el peso que para esta está teniendo y acompañarle y escucharle.
Prácticas retractoras:
Infantilizar: utilizar un vocabulario y tono infantil, incluso asociándole actitudes y actividades infantiles.
Imponer: obligar a una persona a realizar una actividad que realmente no quiere hacer o no le gusta simplemente por que sea lo que se esté haciendo en el centro sin tener en cuenta sus gustos y preferencias o simplemente sus ganas.
