Prácticas potenciadoras:
-Calidez. Creo que es muy importante porque a través de la calidez se pueden transmitir otras como confianza, aceptación, respeto… me parece muy importante. Por ejemplo cuando entramos en una habitación con una actitud serena y cálida, ya se facilita la relación en ese momento.
-Diversión. A veces es algo menospreciado, parece que somos más profesionales si la intervención es seria pero al contrario, creo que que puede ser muy importante en cualquier etapa y situación de la vida. Cuando en ocasiones se da por hecho que porque la persona esté viviendo una situación dura en su vida no quiere o necesita diversión y al hablar con ella es quizá una de sus prioridades.
Prácticas detractoras:
-Ritmo inadecuado. A veces no se respeta por la presión asistencial o el estrés propio en ámbito laboral y es clave para que pueda comprender y realizar la tarea que sea sin sentir frustración. Por ejemplo en el aseo diario, respetando sus propios rituales y ritmos.
-Manipulación. Es mucho más habitual de lo que se puede pensar y trae consecuencias a corto y largo plazo como la desconfianza, miedo, ira, etc…al decir que va por un periodo corto (una semana) para «rehabilitación» y después vuelve a casa, porque se crean expectativas que al no alcanzarse de un modo u otro sabe que se le ha engañado.