Buenos días, mi nombre es Sandra Rico. Primero de todo, un placer poder conoceros aunque sea de forma telemática. Soy psicóloga especializada en neuropsicología y desarrollo mi labor desde hacen año y medio en una Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas (AFA) en Alcalá de Henares, donde resido. En este centro ejerzo tanto la parte más clínica como la parte de valoración y estimulación cognitiva. Al trabajar en terapia con muchos familiares de personas con demencia, así como usuarios afectados, me doy cuenta de cómo se rompe el «sentido de vivir» cuando se llega a una determinada edad, ya que no solo se ven afectados por todas las consecuencias emocionales que tiene el hecho de cuidar de una enfermedad tan discapacitante. Agradezco mucho este acercamiento a este modo de intervención, puesto que es una oportunidad para abrir puertas en terapia a otro modo de proceder cuando la eliminación del síntoma ya no es una opción, y sorprendentemente, me encuentro en esta tesitura en gran parte de mis intervenciones. Yo, personalmente, provengo de una formación cognitivo-conductual, con la cual siempre me he sentido muy familiarizada, pero desde luego, es prácticamente inviable ceñirse a una sola escuela terapéutica.