Algunas de las prácticas detractoras que he observado en algunos de los centros en los que he trabajado son las siguientes:
– Intimidarles o chantajearles (si no comes te mandamos al hospital)
– Ignorarles. Esta es una práctica que hasta yo misma me he dado cuenta de que hago a menudo, y es hablar con mis compañeras delante de ellos ignorándoles, como si no estuvieran. Ahora me doy cuenta de lo incómodos que los he hecho sentir haciendo eso.
Algunas de las prácticas potenciadoras que he observado en algunos de los centros en los que he trabajado son las siguientes:
– Dar a las personas un rol que les haga sentir importante y partícipe de las actividades del centro (por ejemplo, poner la fecha en el calendario; llevar a gente en silla de ruedas al comedor…).
– Respeto. Conocemos sus gustos valores y creencias y los respetamos y los tenemos en cuenta.