¡La verdad es que me encantan todas! a la hora de aplicarlas no veo que unas puedan ser más fáciles o difíciles, la dificultad la encuentro en la actitud de los residentes hacia las actividades. Me explico. En mi centro los problemas a la hora de implementarlas en las personas sin deteriroro vendrían porque el material les resulte infantil o porque no entiendan el fin de las intervenciones. Acostumbrados a oír los beneficios de las sopas de letras o sudokus, estas actividades pueden no considerarlas como algo serio. Por otro lado, el usar el mismo material para personas con más deteriroro que ellas, pueden hacer que rechacen utilizarlas.
Donde sí que veo que puede ser muy beneficioso utilizarlas es en personas con deterioro moderado-grave; grave y como bien dices ¡en los encamados!
Y respecto a las actividades que me gustan y que no tengo que decir que me gustan todas, pero una que se me ha quedado grabada por su versatilidad y porque puedes trabajar muchísimas otros aspectos con ella es el tablero del 100.
