#2569
Tamara Pellón Mateos
Participante

Pues la verdad es que creo que tiene que haber un buen equilibrio entre ambas, pero que las dos son necesarias y que la improvisación, dentro de un contexto profesional, es una buena habilidad. La planificación es esencial, el material como ya hemos visto tiene que estar adaptado a las personas que acuden al taller, y que el material que está a su alcance tiene que ser adecuado a su nivel de ejecución, para ofrecerles una libre elección. Por esto la planificación es fundamental, pero esto no significa ser rígidos, no sabemos cómo van a llegar hoy esas personas, si han descansado en condiciones, si han discutido con su compañero de habitación…o incluso algo que ocurra dentro del taller y aquello que habíamos planificado se derrumba, es inviable…. tenemos que echar mano de la improvisación, cuyo significado es “hacer una cosa sin tenerla prevista o preparada”. Parece que a la propia palabra le damos una connotación negativa pero no tiene porqué tenerlo… En resumen, tener el taller planificado pero siendo flexibles a las circunstancias que nos encontremos ese día.