Prácticas potenciadoras:
Identificar: Es cuando vemos a cada persona como única e irrepetible, cuando la vemos sin perjuicios y adaptamos nuestro trabajo desde sus capacidades y no desde sus limitaciones.
Celebración: Me encanta esta práctica porque las personas necesitan reconocimiento de las cosas que hacen aunque sean pequeñas, lo importante es valorar el esfuerzo y la dedicación que ponen en la actividad realizada.
Prácticas detractoras:
Cosificar: Muchas veces se ven las personas solo como un “trabajo” y no como un ser humano, se cree que con solo que estén bañados y comidos es suficiente. Se deja de atender sus necesidades psicológicas, de estima e inclusión.
Invalidar: No se presta la suficiente atención a las personas, se nos olvida que pueden sentirse tristes, cansados, deprimidos, alegres en cualquier momento del día. Y no les preguntamos o no nos preocupamos por sus emociones. Muchas veces se les regaña por esos sentimientos, no hay suficiente empatía.
