Prácticas POTENCIADORAS:
1.VALIDACIÓN: Validar todos sus sentimientos, haciendo escucha activa. Nunca diciéndoles pero porque lloras, no es para tanto, o porque estas enfadado…sino te entiendo que estas así, no te preocupes, desahogate, o bien, yo te ayudare a calmarte si me lo permites.
2.CELEBRACIÓN: Cualquier logro, por pequeño que a nosotros nos parezca, será motivo de celebración. Porque así, la persona sentirá que hemos reconocido apoyado y disfrutado con sus logros.
Prácticas DETRACTORAS:
1.RITMO: Cuando las duchas son a una hora en un centro o residencia. Hacer que la persona se duche rápido o se lo hacemos nosotras para que tarde menos, quitándole la oportunidad de decidir, cuando es el momento en que la persona, le apetece ducharse y sobre todo que lo haga a su ritmo, el tiempo que necesite sin prisas. Dignificamos a la persona, es también una cuestión de ética.
2IGNORAR: Cuando les apoyamos a la hora de acostarse, y van dos compañeras, hablan entre ellas y parece que están acostando a un objeto, no a una persona. Deberiamos hablarle, preguntarle si esta cómodo y si le apetece de esta forma o de otra, haciéndole participe de su propia vida.