Hola! Justo esto planteaba en mi reflexión del ejercicio. Me resultaba más difícil aplicar este principio a personas mayores por el hecho de referirse a la adquisición de aprendizaje por parte de los niños, pero lo he entendido como el hecho de observar a la persona en el momento en que se trabaja con ella y cuáles son las necesidades concretas de esa persona en ese mismo instante, para poder adaptar la tarea. Un ejemplo que se me ocurre (recordando situaciones que se me han podido plantear trabajando con personas con deterioro cognitivo) y te planteo para saber si estoy en lo correcto es: quizá un día tienes planteada una actividad más dinámica con una persona y, justo, al encontrarte con ella, observas que se encuentra en un estado de ánimo alterado y nervioso, por lo que adaptas y modificas, en su caso, la actividad (o el modo de plantearla), tratando de proporcionarle la calma que parece necesitar. Sería algo así?