Desde la experiencia de haber trabajado en diferentes centros de mayores, creo que poco a poco se van intentando aplicar todos los principios. En mi caso, avanzando en los videos, me he sentido asombrada de haber ido aplicándolos incluso sin saber que lo estaba haciendo (no tengo formación previa con el método Montessori, ni en niños ni en mayores).
Creo que la parte más difícil de aplicar, como comentaban por arriba, es el tiempo de las actividades. Es cierto que veinte minutos (y dependiendo del deterioro cognitivo incluso menos) es el tiempo “justo” de atención. Pero a veces nos empeñamos en realizar actividades más prolongadas, por el hecho de tener entretenidas a las personas, cuando esos periodos más largos pueden acabar provocando malestar o frustración ante la pérdida de concentración y atención.
El papel del adulto como guía me parece fundamental en el desarrollo de actividades con mayores, ya que a veces, resulta complicado dejar sus tiempos de actuación (su velocidad de ejecución suele ser más lenta).
