#3906
Cristina
Participante

Creo en los centros libres de sujeciones. Tengo la experiencia de haber trabajado en un centro en el que llevaban a cabo el programa desatar y fueron disminuyendo el número de sujeciones de forma óptima, y en cambio, actualmente trabajo en un centro en el que las sujeciones tanto físicas como químicas, son un recurso fácil para poner solución a ciertos problemas. He visto y vivido las dos caras de la moneda, y sin duda veo una diferencia abismal en una situación y en otra a nivel emocional, físico, funcional…

Basándome en lo que he leído y experimentado respecto a las sujeciones, considero que todo es posible con información, formación y actitud… Es cuestión de analizar el caso de cada usuario y abordar la situación con la implicación de todos los profesionales que trabajan en un mismo centro residencial. El principal hándicap es el desconocimiento de sus beneficios y la cultura de la que procedemos, junto a la carencia de una atención centrada en la persona. Observo en mi centro, que se buscan soluciones rápidas, se ponen parches a situaciones sin mirar el trasfondo o posibles soluciones más humanas, aunque impliquen más paciencia, tiempo y dinero. Como conclusión creo que necesitamos aprender a escuchar más, a empatizar más y a ponernos en la situación de la persona que tenemos en frente.

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