Creo que en la mayoría de los casos es posible un cuidado sin sujeciones. En el modelo de atención actual, la excepción es el no uso de sujeciones y es por esto que muchos centros no inician los trámites para convertirse en “Centro Libre de Sujeciones”, pero a mi juicio ocurre lo mismo de siempre: cuando sabemos que algo funciona y que es beneficioso para las personas, no hacerlo porque implique un cambio en nuestro modo de trabajar pone de manifiesto que los cambios van dirigidos al beneficio de lo que para las organizaciones es más sencillo: seguir con su modelo de trabajo. Sin embargo también creo que, siendo realistas, actualmente en muchos centros no hay suficiente personal, y esto en mi opinión, limita la eliminación de las sujeciones.