#4308
Anónimo
Inactivo

Hola! me parecen interesantísimos todos vuestros comentarios, y estoy de acuerdo en cuánto a que los principios son perfectamente aplicables al trabajo con mayores.Todos los considero importantes, y si me permitís, me gustaría comentar uno que a mi criterio es indiscutible en imprescindible: el de individualidad. Creo que una de las bases fundamentales a la hora de programar y acometer el trabajo es el de la valoración individualizada de cada persona a las que atendemos, aunque también creo que es un factor complicado de llevar a cabo dadas las condiciones o características de determinados trabajos, centros o instituciones. Aún así, y dentro de nuestras posibilidades, el conocimiento, la mayor recopilación posible de información acerca de la persona con la que estamos trabajando nos permite entender situaciones, gustos, aficiones, competencias, intereses, dinámicas individuales y familiares… la valoración de todos esos y otros muchos aspectos y la observación, junto a la valoración y diagnóstico neuropsicológico efectuado por los profesionales correspondientes, nos proporciona un marco de intervención valiosisimo, a mi entender. Esta valoración, lógicamente, debe ser continua y constante a lo largo de todo el proceso de trabajo porque configura una parte fundamental del otro gran principio, el de Flexibilidad… Cada persona es una historia única… yo al menos así lo entiendo y lo aplico, y me funciona!