PRÁCTICAS POTENCIADORAS:
– Empoderamiento: delegar ciertas tareas en la persona. Por ejemplo: que realice su cama todas la mañanas, que se encargue de poner a cargar su dispositivo de amplificador del sonido, etc.
– Incluir e integrar: incluir a la persona en las tareas/actividades a realizar, proporcionando la sensación de aceptación. Por ejemplo que ayude en poner la mesa, en doblar la ropa, en recoger el material de las actividades que se acaban de realizar, etc.
PRÁCTICAS DETRACTORAS:
-Cosificación: tratar a la persona como si fuese un objeto. Por ejemplo, levantar a la persona por la mañana, llevarlo a la sala en común y dejarla ahí sentada todo el día sin interaccionar con ella, solo proporcionándole las necesidades básicas de comer, beber y acompañarlos al baño.
-Etiquetar y desempoderamiento: no permitir realizar nada a la persona, anulando así sus capacidades de hacer y decir, justificando que es una persona mayor o que tienen alguna demencia o enfermedad. Por ejemplo: no dejarle que ordene su habitación porque no lo hará del todo bien, en el caso de personas mayores en casa, no darles la opción de elegir del frigorífico que coger para comer.
