PRÁCTICAS POTENCIADORAS:
– VALIDACIÓN: validar o ceebrar cuando realice cualquier actividad con éxito, para así proporcionarle un feedback positivo y mejorar su autoestima.
– EMPODERAMIENTO: potenciar sus capacidades para que vea que es capaz de realizar alguna actividad con autonomía, como por ejemplo vestirse, comer sólo, asearse, etc.
PRÁCTICAS DETRACTORAS:
– INFANTILIZAR A LA PERSONA: Imponerle ciertas actvidades o no tener en cuenta su voluntad en el desempeño de las mismas.
– RITMO INADECUADO: No permitir al mayor que realice por él mismo cualquier actividad con autonomía, por ejemplo a la hora del baño, no dejarle que lo realice por él mismo porque “tarda mucho tiempo” y “hay prisa”.
