Mis dos ejemplos de practicas potenciadoras son (aunque resulta difícil escoger sólo dos)
1. Ritmo adecuado. Para mi, una de las estrellas de la ACP y el trato humano en general, adaptarse a los diferentes ritmos de los niños, ritmos temporales, en el desarrollo, en la comunicación, en la adaptación, en la realización, de entendimiento, y en todas las etapas del ser humano.
2.Validación. Reconocimiento de los sentimientos y emociones de la persona que tenemos delante, dándoles el valor que les corresponde incluso el significado o la utilidad de estos, legitimándolos, para aumentar su percepción de bienestar y de capacidad para gestionarlos.
Mis dos ejemplos de prácticas detractoras, los que menos me gustan en este caso:
1. Ignorar. Creo que es la manera más dura y aleccionadora en el mal sentido de que la otra persona aprenda lo que significa para nosotros. Como se suele decir, el mayor desprecio es no hacer aprecio. Pues creo que esta sería la peor manera de tratar a una persona y como más rápidamente se deterioraría, por desgracia, al integrar que no es merecedor ni de recibir atención. Y le temo especialmente, porque es muy fácil, que, con los altos ritmos de trabajo, caigamos en no escuchar, pasar de largo, no mirar, no tocar,…
2.Intimidación, porque tenemos una figura de «poder» respecto a los usuarios, de poder conseguir con artimañas que hagan las cosas y muchos están en indefensión ante nuestra insistencia o trucos para conseguirlo. EN mi caso, por ejemplo, no espero a que el usuario se altere si no quiere participar, o caminar, intento motivarlo, pero sin intimidarlo.