#6924

Me encanta este tema porque creo que hay muchas prácticas integradas en las personas de forma tan sutil durante tantos años como miles de hormiguitas que han ido trabajando, que creo que no llega una vida para no dejar nunca de avanzar en el aspecto de encontrar partes de uno mismo que necesita deconstruir y construir formas nuevas de hacer. También creo que se deberían aplicar a cualquier persona y aprender en general a tratarnos a nosotros mismos y a los demás.
Todas me parecen importantes y creo que todas están interconectadas.
Potenciadoras:
Empezaría por la colaboración, dándole desde el inicio el lugar que le corresponde a la persona en el equipo como una más, tratándole como parte del mismo, aplicando la inclusión como con cualquier persona cuando surge por ejemplo una conversación entre compañeras y aportándole la información necesaria para entender cual es su lugar y sus responsabilidades en esa comunidad. Esto necesitará que se haga facilitando que pueda colaborar en aquello que se acuerde (empoderamiento) y aplicando el resto de técnicas en esta acción como el ritmo adecuado, apoyo, celebración…

Por otro lado, en cuanto a las prácticas detractoras, destacaría:
La invalidación, cuando por ejemplo una persona está viviendo la realidad en la que nos dice por ejemplo: “me tengo que ir porque me espera mi madre y estoy nerviosa porque no estaré en casa cuando llegue”. Nos centramos más en nuestra ansiedad por que ella vaya hacia donde nosotras queremos y tendemos a decirle “no te preocupes que no pasa nada” intentando que acceda rápido, pero la persona sigue preocupada y eso no le va a calmar.
La manipulación, cuando por ejemplo se engaña a la persona para que acceda a ir a determinados lugares.