Si bien considero que la planificación de las actividades resulta fundamental para poder tener claros los objetivos que queramos alcanzar, los materiales que precisaremos, poder plantear las actividades teniendo en cuenta los gustos e intereses de cada persona, existen variables que pueden surgir en cada taller que son muy difíciles de prever. Las actividades Montessori además de los innumerables beneficios que poseen, cuentan con la particularidad de ser fácilmente adaptables, pudiendo ajustar su grado de dificultad en el mismo taller (programación vertical hacia arriba o hacia abajo) o realizar alguna propuesta similar sin tener que hacer grandes cambios. También considero importante que el/la persona encargada del taller sea capaz de tolerar la frustración frente a estos cambios que puedan surgir, así como también contar con una buena capacidad de adaptación y flexibilidad cognitiva.