#9363

Me ha parecido muy interesante este tema de la Planificación. La planificación es esencial en el trabajo que nos ocupa: el trabajo con mayores con deterioro cognitivo leve, moderado o severo.
Planificar significa organizar: agrupamiento de personas, objetivos a conseguir, elección de materiales a utilizar, secuenciación de los pasos de las actividades a realizar, distribución del espacio y del tiempo, etc.
Para ello es imprescindible conocer bien al usuario con sus capacidades y necesidades. Es fundamental la organización de los grupos por niveles según la escala FAST, porque nos va a orientar dónde debemos poner el foco en la estimulación, en los objetivos a conseguir y en las áreas específicas a trabajar y, por lo tanto, nos ayudará a prever los materiales adecuados y los posibles recursos adicionales complementarios, para extender la actividad hacia arriba o bajar el nivel de dificultad.
Si todo esto está adecuadamente planificado, no cabe duda de que, cualquier “imprevisto” -por exceso o defecto- será fácil de resolver, “improvisando”, en el mejor sentido de la palabra, una respuesta acertada desde la creatividad del profesional, apoyada en el conocimiento de la persona, sus capacidades y necesidades, y en el conocimiento que tiene de las posibilidades de los materiales y recurso que utiliza. ¿Hablaríamos aquí de una “simple y superficial improvisación” o de una respuesta adecuada, ante posibles situaciones que se pudieran presentar, prevista con anterioridad en la planificación?