La libertad de movimiento en una parte importante en la vida del ser humano desde que somos recién nacidos hasta que envejecemos. La libertad de movimiento nos permite ser autónomo y hacer las cosas por nosotros mismos. Es por ello que emplear sujeciones físicas, habiendo otras alternativas, es como castigar a una persona sin que haya hecho nada malo. Entiendo que existe miedo a las consecuencias negativas que eliminar las sujeciones puede tener, pero nos estamos olvidando de todas las positivas, y es que mejora la calidad de vida de los residentes, evita el sedentarismo, aumenta la autonomía personal e independencia, la autoestima, las relaciones sociales, etc… Desde mi experiencia, trabajo en un centro libre de sujeciones y es una alegría ver que los residentes se mueven cuando quieren, están contentos, que son autónomo y que tienen buena calidad de vida tanto a nivel físico como cognitivo. Y a nivel profesional, hemos conseguido que todos los profesionales vayan en una misma dirección y con un mismo objetivo, que mejore la comunicación entre unos y otros, y nuestra manera de trabajar, así como mejorar a nivel físico el centro, disminuyendo los riesgos que pueda haber para los residentes. Lograr un centro libre de sujeciones es un proceso lento y difícil que puede durar años, pero no es imposible.