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María Encarnación Sánchez HerreroParticipante
Todas las actividades me gustan por su gran variabilidad y fácil adaptación a los diferentes niveles. Las sensoriales, de lenguaje, de razonamiento o de cálculo, etc. son complementarias y permiten estimular de forma integral. Sí que es verdad que he picado con el tablero de 100 y con los bloques lógicos. Ahora se han convertido en dos materiales que al menos utilizo en una sesión a la semana, en diferentes niveles. Quizá las actividades de vertido o pinzas son las que me cuesta más realizar, a pesar de ir introduciéndolas con usuarias de más deterioro. En algún caso me preguntan que “Para qué” tienen que hacer esto, pues conservan un sentido muy práctico a pesar del grado de demencia y no tienen ningún interés en realizarlo.
María Encarnación Sánchez HerreroParticipanteCreo que es imprescindible tener una planificación previa. A mi me da mucha más seguridad y he observado que está muy relacionada con los resultados de la sesión. Asimismo hay que tener en cuenta que es una planificación flexible ya que a veces hay que cambiarla e incluso improvisar, en función de las circunstancias particulares de la persona, de ese día y ese momento en concreto.
María Encarnación Sánchez HerreroParticipantePrácticas potenciadoras:
COLABORACIÓN. Realizar la misma actividad de forma conjunta. En mi caso tengo una usuaria que siempre demanda que hagamos las actividades “a medias”, ya sea pintar, un puzle, pensar palabras, etc.
RESPETAR: como por ejemplo pedir permiso para apagar la TV, pues es habitual cuando voy a sus casas que la tengan puesta o encender la luz, pues suelen estar en penumbra.En cuanto a las DETRACTORAS:
INFANTILIZACIÓN: utilizar un lenguaje aniñado y pueril, que no utilizaríamos para relacionarnos con cualquier otra persona adulta. Esto lo he observado muchas veces en las residencias.
IMPOSICIÓN. Parece muy evidente pero me genera algunas dudas. Algunas veces, cuando voy a realizar las sesiones domiciliarias no les apetece y con buenas palabras me dicen que no tienen ganas de hacer nada. De forma suave les voy convenciendo, porque lo necesitan y claro, es mi trabajo. No sé si en este sentido se puede aplicar porque en realidad es como si no les apetece tomar un medicamento que realmente necesitan. ¿Qué pensáis de ello? Gracias.María Encarnación Sánchez HerreroParticipanteBuenos días,
Este tema me ha hecho reflexionar mucho y ponerme en lugar de la persona que esta sujeta o mejor dicho “atada”, con las connotaciones que tiene esta otra palabra. El problema es que quitar estas sujeciones requiere otro tipo de atención, que en las residencias que he visitado como familiar en mi caso, no prestan. Es un tema muy duro, que al final resuelven dejando la responsabilidad en manos del familiar, pues es quien debe decidir o autorizar que se pongan o que se eliminen. Salvo excepciones (como comentaste Alicia en postoperatorios, etc.) no creo que haya una justificación para mantenerlas, pues el “es por su bien” en realidad es por el bien del cuidador, del centro, etc. Además, según las investigaciones que se han comentado, ni siquiera le aporta ningún bien. Se hace necesario que desde las administraciones se legisle y se exijan cambios, con planes de eliminación obligatorios pues al final me parece que se convierten en una forma de maltrato.18/01/2021 a las 9:07 am en respuesta a: Aplicación de los principios Montessori al trabajo con mayores #2949María Encarnación Sánchez HerreroParticipanteMuchas gracias
15/01/2021 a las 11:43 am en respuesta a: Aplicación de los principios Montessori al trabajo con mayores #2936María Encarnación Sánchez HerreroParticipanteAsimismo, continuando con lo anterior, quiero añadir que también observo como muchas veces, ante una corrección, se sienten frustrados y rechazan la actividad.
15/01/2021 a las 10:46 am en respuesta a: Aplicación de los principios Montessori al trabajo con mayores #2935María Encarnación Sánchez HerreroParticipanteBuenos días. Soy Pedagoga, experta en Intervención psicopedagógica en Gerontología. Me siento totalmente identificada con los principios Montessori que nos has presentado y es la filosofía que más se adapta a mi trabajo. Yo creo que todos sus principios son de total aplicación en las sesiones que realizo.
No obstante, a veces me resulta difícil de seguir el que se refiere a la CORRECCIÓN DE ERRORES. Creo que es un hábito mal adquirido que debo de seguir desaprendiendo. Además se da la circunstancia que a menudo son los usuarios los que me piden que les corrija si se equivocan y cuando no lo hago y posteriormente se dan cuenta de su error me recriminan por no haberles avisado. Quizá también sea consecuencia de la forma tradicional que han aprendido a lo largo de su vida. -
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