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La libertad de movimiento no es una realidad aplicada en muchos centros residenciales, aunque sí espero que sea deseada y por tanto sea una tendencia común a corto plazo. A mí no me gustaría sentirme privada de libertad de movimiento de forma involuntaria, motivo suficiente por el que estoy en contra de las sujeciones. En muchos casos, lamentablemente, parece ser complicado tal y como muchos de vosotros ya habéis comentado. Nos vale el ejemplo de aquellos centros que lo logran, es posible por tanto y a ello debemos aspirar. Y estoy segura que compensa, por supuesto, en calidad humana, y trato digno, aunque tristemente, en muchos modelos de centros asistenciales esa mirada está desenfocada…
Expongo las ideas de los principios Montessori aplicados en el trabajo con personas mayores:
– Mente absorbente: refutada en las teorías de neuroplasticidad que respaldan las neurociencias. El cerebro de un niño tiene mayor potencial de aprendizaje, pero dicha plasticidad dura toda la vida. En personas con demencia en fase avanzada, seguramente no comprenderán el lenguaje verbal, sin embargo, son capaces de captar el tono de voz (enfado o amable) y ciertos estímulos del entorno y ser, por tanto, sensibles a ellos. Conviene tenerlo en cuenta a la hora de intervenir con ellos.
– Ambiente preparado: tiene en cuenta el entorno de manera que se favorezca el orden y la seguridad tanto física como emocional. El material ha de ser accesible para permitir la elección de la persona y si esta no es capaz de hacerse con ello, el profesional se lo hará llegar. En caso de no haber capacidad de elección por parte de la persona, se le facilitará la decisión mediante la presentación de alternativas.
– Periodos sensibles: se estimularán aquellas funciones que todavía mantiene la persona. Nos centraremos en lo que conserva y en el máximo nivel que la persona puede alcanzar.
– Papel del profesional: marcar directrices, guiar, observar necesidades. Si esto se hace correctamente, la propia persona se autocorrige.Lo que más destaco de las actividades Montessori es el componente manipulativo, incluyendo su aspecto sensorial y perceptivo, con los que se logra potenciar y dar uso a nuestras manos. Un uso utilizado como medio y dirigido a un fin concreto. Por supuesto, el control del error en cada una de ellas es fundamental porque les ayuda muchísimo a orientarse (disminuye la confusión frecuente en deterioros cognitivos).
Me parecen súper interesantes actividades de seriación con la torre rosa y la escalera marrón, las múltiples variedades para trabajar el lenguaje y la memoria así como todas las de motricidad fina para estadios 5 y 6.Dos ejemplos de prácticas potenciadoras:
1. Explicar con un ejemplo cómo se realiza la actividad.
2. Dar feedback positivo o reforzar positivamente mientras se esfuerza en el desempeño de la actividad.Dos ejemplos de prácticas detractoras:
1. Obligar o imponer la participación en una actividad.
2. Ofrecer una actividad sin significado para la persona.Varios compañeros ya han aportado información relevante y muy enriquecedora acerca del tema, pero me parece importante destacar que el enfoque de la atención centrada en la persona otorga gran importancia a que las actividades terapéuticas resulten significativas para las personas.
La metodología Montessori está en sintonía con este modelo puesto que orienta a la consecución de mejoras en todos los ámbitos de la calidad de vida y el bienestar personal, incluyendo la autonomía personal, la gestión de la vida cotidiana, partiendo del respeto pleno a su dignidad y derechos, intereses, preferencias y con una participación efectiva.
El modelo de ACP revela el conocimiento de las dimensiones humanas (modelo de calidad de vida), velando por los derechos de las personas con discapacidad, con el fin de proveerles de los medios y apoyos que requieran para alcanzar su proyecto vital. La metodología Montessori, al igual que el modelo de ACP, se centran en las capacidades, es decir, en aquello que la persona es capaz de hacer. Tienen en cuenta el entorno y la igualdad de oportunidades.
Cualquier tipo de intervención sociosanitaria debería estar enmarcada dentro de este modelo de atención y por tanto planificada dentro de un equipo interdisciplinar, consensuada con la persona, de manera que sea flexible, posibilitadora de soportes, coordinada y participativa (entre familia, profesionales y el entorno).Planificar es fundamental y necesario para obtener intervenciones exitosas. Es un proceso que implica muchas cosas: objetivos y funciones a trabajar, materiales, tiempos,… pero sobre todo, hacerte consciente de posibles situaciones que pueden surgir (como dificultades) y, por tanto, tienes margen de tiempo y espacio para encontrar posibles soluciones. Por el contrario, al improvisar, es muy probable que ante esas dificultades no cuentes con los recursos alternativos necesarios. Considero importante planificar, por supuesto, destacando a la vez la importancia de contar con cierto margen de flexibilidad ya que en ocasiones también sucede que no están tan receptivos como esperábamos (han dormido mal, están desanimados…) y es necesario variar respecto a lo planificado (adaptación en función del estado del usuario).
