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En general, me han gustado todos los módulos, pero especialmente los módulos de las actividades en las diferentes fases, creo que están muy completos y son muy prácticos para poder aplicarlos más fácilmente al día a día. Uno de los materiales que más me ha gustado y que se puede usar prácticamente en todas las fases es la torre rosa, un material que cumple las características Montessori y fácil de adaptar a cualquier fase de deterioro cognitivo. Además, me ha gustado ver que muchos de los materiales podemos fabricarlos nosotros mismos. Otro apartado que me ha gustado mucho es las actividades de estimulación en fase 7, ya que es uno de los estadios que más me cuesta estimular o realizar actividades con ellos, pero tras realizar este módulo he conseguido muchas ideas para poner en práctica.
Uno de los materiales que menos me ha gustado ha sido las botellas térmicas. Creo que es un material difícil de usar en los diferentes estadios.
Estoy muy contenta de haber realizado este curso, he aprendido mucho y me ha abierto la mente para realizar otro tipo de terapia y actividades. Muchas gracias Alicia por invertir tu tiempo en enseñarnos tanto sobre Montessori.Desde mi punto de vista, planificar las actividades es una cosa muy importante, ya que cuando trabajamos con personas es muy importante que marquemos objetivos a tratar con él o ella, y para conseguirlos tenemos que plantear actividades que se ajusten a los objetivos establecidos. Además, la planificación nos ayuda tener el material preparado y en buen estado; a pensar el orden de las actividades y el grado de dificultad con el que vamos a comenzar y cómo graduarlo en caso que sea necesario; a tener actividades personalizadas según los gustos y preferencias de las personas, etc… En conclusión, la planificación nos ayuda a trabajar de una forma más sencilla y cómoda a la hora de realizar el taller.
Prácticas potenciadoras:
– Respetar: tratar con respeto y educación a los residentes a la hora de hablar o tratar con ellos, reconociendo que son mayores que nosotros y que tienen mucha más experiencia, por lo que se merecen todo nuestro respeto.
– Incluir e integrar: fomentar que los residentes se sientan integrados en las actividades y conversaciones en las que estén presentes, de manera que se integren de forma adecuada, preguntando por sus opiniones y sentimientos, y adaptando las actividades para que puedan participar en las mismas, dando valor a sus capacidades y no a sus déficits.Prácticas detractoras:
– Infantilización: hablarles y tratarles como a niños pequeños, haciéndoles todas las cosas sin dejar que muestren las capacidades o habilidades que aún conservan, y ponerles actividades infantiles.
– Imposición: obligar a un residente a realizar una actividad que no le gusta, u obligarlo a llevar una ropa que no le agrada por el color o el estilo que tenga.El método Montessori puede funcionar perfectamente en un centro de atención integral centrado en la persona, puesto que ambas van de la mano con el objetivo que la persona mantenga su grado de autonomía durante el mayor tiempo posible, dándole libertad en todas las áreas que componen su vida, ayudándolos en la toma de decisiones, respetando sus gustos y preferencias, apoyando sus proyectos de vida, realizando actividades propositivas para la persona, etc… ambas filosofías se preocupan porque la persona tenga una buena calidad de vida y tratan a cada una con un ser único.
La libertad de movimiento en una parte importante en la vida del ser humano desde que somos recién nacidos hasta que envejecemos. La libertad de movimiento nos permite ser autónomo y hacer las cosas por nosotros mismos. Es por ello que emplear sujeciones físicas, habiendo otras alternativas, es como castigar a una persona sin que haya hecho nada malo. Entiendo que existe miedo a las consecuencias negativas que eliminar las sujeciones puede tener, pero nos estamos olvidando de todas las positivas, y es que mejora la calidad de vida de los residentes, evita el sedentarismo, aumenta la autonomía personal e independencia, la autoestima, las relaciones sociales, etc… Desde mi experiencia, trabajo en un centro libre de sujeciones y es una alegría ver que los residentes se mueven cuando quieren, están contentos, que son autónomo y que tienen buena calidad de vida tanto a nivel físico como cognitivo. Y a nivel profesional, hemos conseguido que todos los profesionales vayan en una misma dirección y con un mismo objetivo, que mejore la comunicación entre unos y otros, y nuestra manera de trabajar, así como mejorar a nivel físico el centro, disminuyendo los riesgos que pueda haber para los residentes. Lograr un centro libre de sujeciones es un proceso lento y difícil que puede durar años, pero no es imposible.
Considero que todos los principios del método Montessori son aplicables al campo de la geriatría. Por supuesto son importantes todos estos principios para conseguir los objetivos que nos proponemos trabajar con la persona, pero uno de los que más importante me parece es el principio de individualidad. Cada persona es única y debemos realizar una intervención centrada en la persona, teniendo en cuenta sus gustos, costumbres, rutinas, capacidades, etc… Los objetivos a trabajar con esa persona se alcanzarán con mayor éxito si es de interés y tiene un significado real para la misma. Debemos evitar «obligar» a los mayores a que participen en actividades que no quieren (porque no se les apetece) o porque no les gusta. Hay que respetar a cada uno, siendo empáticos e intentando comprender qué le puede ocurrir para que no quiera participar, teniendo en cuenta sus sentimientos y emociones. Esto entra dentro del ambiente preparado, debemos buscar siempre crear un clima agradable, en el que la persona mayor participe por voluntad propia y se sienta a gusto con la actividad, evitando crear climas negativos que puedan alterar la conducta de la persona.
