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Pues tengo que decir que tenía entendido, desde mi ignorancia, que las actividades montessori estaban más indicadas para trabajar con personas con deterioros más avanzados pero, en estos módulos he visto que no. Hay actividades como la de los pesos, incluso los cilindros de sonido, los matices de color o las de cálculo, que son de mayor dificultad y pueden venir muy bien para trabajar con personas con mayor nivel cognitivo. Mis favoritas son las actividades que se realizan con objetos reales, que ayudan a fomentar su autonomía y su relación con el entorno, así como mejorar las ABVD (poner la mesa, clasificar la ropa, verter agua,…)
Es importante llevar la actividad bien planificada, el profesional se encuentra más seguro al realizarla, todo queda más claro, más estructurado y más limpio. Hay menos posibilidades de que algo falle y, en el caso de que algo falle será más fácil de solucionar. Creo que, por otro lado, es importante tener flexibilidad en el trabajo y saber adaptarse a las situaciones, por ejemplo no llevar planeada una dificultad concreta para trabajar con cierta persona, si no que eso pueda irse ajustando según ella precise. O, incluso, la posibilidad de tener que cambiar de actividad o necesitar un plan B por alguna razón, pero, aún así, ese plan b también debería estar planificado.
Como prácticas potenciadoras se me ocurre:
Ritmo, a la hora de vestir o asear a un residente. Se debe respetar el ritmo que éste necesite, proporcionando el apoyo que corresponda, pero permitiendo que él realice las acciones que pueda, sin prisa.
Integrar y diversión, en lo que respecta a mis funciones en el centro, por ejemplo. A la hora de realizar actividades en grupo, es posible reunir a personas con diferentes capacidades (niveles cognitivos) y llevar a cabo una actividad divertida en la que todos puedan aportar y disfrutar, en la medida que cada uno pueda.
En cuando a las prácticas detractoras, uso los ejemplos de arriba:
Ritmo inadecuado a la hora de vestir o asear al residente, con prisas para acabar pronto, con presión para que realice las acciones correspondientes o haciéndolas por él para terminar antes (desempoderar).
Etiquetar y menospreciar, dando por hecho que una persona con cierto deterioro no va a poder participar en una actividad grupal de ocio que preparemos, sin darle la oportunidad de demostrar y/o aportar las capacidades de las que sí dispone.Creo que podría (y debería) entenderse la importancia de hacer las cosas de otra manera en muchos casos y los beneficios que esto supone en las personas. Que existieran más centros siguiendo el MAICP sería genial, dejando que, de alguna forma, las personas sigan siendo las dueñas de sus vidas en la medida de lo posible. La metodología y los principios Montessori encajan perfectamente en este modelo y creo que podrían complementarse sin problema.
En mi opinión, queda mucho por hacer en cuanto a este tema. Es cierto que se está avanzando y comienzan a conocerse los beneficios que existen, por lo que muchos centros están trabajando en disminuir o eliminar las sujeciones. Además, el hecho de acreditar los centros como libres de sujeciones supone una mejora que, a su vez, favorece la “buena imagen” a la hora de definir o “vender” los centros ante potenciales clientes.
Independientemente de la razón por la que se haga (aunque sería genial que la verdadera razón fuera sus beneficios en las personas), es cierto que cada vez son más los centros que lo ponen en práctica, pero existen otros en los que la eliminación completa resultaría imposible, en muchas ocasiones por la falta de personal en los centros y, sobre todo, de formación y conocimientos en la dirección. Quizá si las personas que se dedican al cuidado de personas mayores conocieran mejor a qué aspectos deberían atender, descubrirían que una nueva manera de organizarse y un nuevo modo de hacer las cosas es posible.Hola! Justo esto planteaba en mi reflexión del ejercicio. Me resultaba más difícil aplicar este principio a personas mayores por el hecho de referirse a la adquisición de aprendizaje por parte de los niños, pero lo he entendido como el hecho de observar a la persona en el momento en que se trabaja con ella y cuáles son las necesidades concretas de esa persona en ese mismo instante, para poder adaptar la tarea. Un ejemplo que se me ocurre (recordando situaciones que se me han podido plantear trabajando con personas con deterioro cognitivo) y te planteo para saber si estoy en lo correcto es: quizá un día tienes planteada una actividad más dinámica con una persona y, justo, al encontrarte con ella, observas que se encuentra en un estado de ánimo alterado y nervioso, por lo que adaptas y modificas, en su caso, la actividad (o el modo de plantearla), tratando de proporcionarle la calma que parece necesitar. Sería algo así?
